

“Si algún día me encuentro simplemente haciendo lo que tengo que hacer y tratando de crear 40 minutos de contenido a la fuerza sólo por cumplir con nuestras obligaciones contractuales, no lo haría”, le explica Tobias Forge, el genio detrás de Ghost, a Zane Lowe de Apple Music. “¿Para qué malgastar energía? Cada nuevo álbum, cada nueva gira, es como un bebé recién nacido. Es una nueva existencia con la que tienes que vivir, que quieres amar. Y requiere mucho esfuerzo”. El coro angelical que abre Skeletá puede parecer irónico para una banda que predica abiertamente las virtudes de Satanás, pero así es la iglesia a la inversa de Ghost. La imponente “Peacefield” inaugura el sexto álbum de la banda sueca antes de dar paso a la letal “Lachryma”, una historia de vampiros lacrimógenos, empujada por un riff metalero implacable y sintetizadores de los 80, como si King Diamond hubiera hecho new wave hace 40 años (“Es una de mis canciones favoritas”, afirma Forge sobre ella). El pegajoso sencillo principal, “Satanized”, muestra una lucha contra los demonios internos y la herejía mientras cantos latinos y una línea de bajo vibrante guían el camino hacia una epifanía invertida. Guitarras triunfantes irrumpen con el piano sombrío que abre “De Profundis Borealis”, un tema impulsivo que, como muchas de las canciones de Skeletá, ve al “nuevo” vocalista, el Papa V Perpetua (Forge en su más reciente apariencia papal) dirigiéndose a un escucha en plena confusión. “Cenotaph” se transforma en una especie de riff de Metallica a la par que en una melodía vocal colorida y brillante con punzadas de guitarra clásica de los 70. “Marks Of The Evil One” invita al antihéroe favorito de Forge, Lucifer, a otro final triunfal y jubiloso. El track final, “Excelsis”, ofrece una reflexión sobria sobre la muerte, similar a “Everything Dies” de Type O Negative, sólo que esta tiene una línea vocal digna de un musical de Broadway. En definitiva, Skeletá es la prueba fehaciente de que Ghost sigue creando música contagiosa y endiabladamente atractiva casi 20 años después de que Forge concibiera su concepto. “Mi carrera no es muy diferente a la de cualquier otra banda”, comenta a Apple Music. “Tarde o temprano, llegas a un punto en el que un nuevo disco pierde relevancia. Y es difícil predecir cuándo ocurrirá. Simplemente sucede. Y cuando pasa, pasa. Creo firmemente que aún no lo hemos alcanzado”.